“Tenía casi la seguridad que iba a pasar esto. Las indigenas
son asi.” (María Candelaria,
1:26:03).
El pintor sabía de los valores de las indigenas, pero sigue con
el cuadro- con resultados trágicos. Siempre es triste ver el abuso o
destrucción de una cultura. Para mi, fotos como estos:
producen emociónes muy similar a las que siento al ver estos:
La cultura, como la naturaleza, es algo profundamente bella, pero también muy vulnerable. Es fácil tomar lo que “la civilización” estima útil e ignorar el valor inherente de su forma natural. Las maquiladoras, como la agricultura de roza y quema, muestran la torpe mano de la civilización que es una tema central de la película.
La mayoría de nosotros no son culpables de destrucción másiva
intencional- pero es importante que apliquemos la misma lección a nuestras
interacciónes con otras culturas.
Si quiere estudiar un animal salvaje, ¿trata de acercarse,
darle la mano, e introducirse?
No. Es ridículo. Se esconde, lleva camuflaje, y hace tan poco
ruído como posible. Idealmente, deja una huella tan ligero que el animal no se
da cuenta que usted está allí- y sigue con su vida y comportamiento natural. Por
supuesto, podrías dispararlo y diseccionarlo, pero no aprenderías tanto. No sabrías
como es, sino sólo como son sus
partes visibles y “etiquetables”.
Lo mismo aplica a la cultura. Es importante acercarse con
mucho cuidado y respeto. No trata de atraparla, ni diseccionarla, ni etiquetarla.
Es necesario llegar tan suavemente y con tanto cuidado que no sabe que está
allí y continuará inalterado, y se permite verla.
El pintor de la película no sigue esto consejo. Por pintar a
María Candelaria desnuda (mejor dicho, por hacer que aparece que la ha pintado),
él mata literalmente a la criatura que intentaba entender y ayudar. Fue peor
que ignorancia, porque sabía que “las indigenas son así”- fue indiferencia
etnocéntrica.
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