Es fantástico, ¿no? Dos
palabras que pueden cambiar la vida- tan completamente que un Coronel poderoso
y feroz, despues de oírlas, se deteriora “como un condenado a muerte” (Allende,
p. 19). No es posible que pase en la vida real. Es mágico- ¿no? No.
Estoy estudiando para ser enfermera. La medicina, y especialmente
los hospitales, son llenos de frases de “dos palabras” que pueden cambiar la
vida. Esta, pero ejemplo: “Tienes cancer”. O esta: “Seis meses.” O una frase
sencilla, pero muy expresiva- sólo un verbo y objeto directo: “Lo siento.” Con
dos palabras, planes, sueños y metas cambian o desaparecen. Con una respira, nos
acordamos de que somos mortales.
Es cierto que no son las palabras que hacen este cambio, pero
lo que significan. No hay nada mágica de la palabra “cancer”, pero tenemos
associaciones y memorias que la dan poder.
En Ingles se dice que una pintura vale mil palabras. Creo que
lo contrario tiene razon, también. Una palabra puede conjurar miles de imágenes
y emociones. Por ejemplo, estas dos palabras: “rheumatoid arthritis”. Estas
palabras son especialmente interesante para mí porque, ahora, son mis “dos
palabras secretas” (estoy esperando las resultas de las pruebas de sangre para saber
si tengo la enfermedad). Estas dos palabras significan esto:
Y esto:
Y esto:
Y esto:
Y esto:
Y mucho más. Son símbolos de todo lo que viene con la
enfermedad. Dos palabras- sólo dos- significan la posibilidad de dolor, deformidad
y descapacidad.
A veces, tenemos tanto miedo que no usamos las palabras
mismas. Usamos eufemismos, abreviaturas (RA, por ejemplo) y jerga médica tan
complicada que nadie entiende la importación de lo que decimos. No morimos. “Pasamos
a mejor vida”, o “pasamos a un mejor mundo” o “acabamos de sufrir”. Es como las
palabras- ellas mismas- sí tienen poder. Las atribuimos tanto significado que,
de veras, tienen una tipo de mágica.