miércoles, 6 de febrero de 2013

La Caída de la Casa de Bernarda Alba


“En ocho años que dure el luto no ha de entrar en esta casa el viento de la calle. Hacemos cuenta que hemos tapiado con ladrillos puertas y ventanas” (Frederico García Lorca, La casa de Bernarda Alba, Acto Primero, Línea 182-184)

Estar enterrado vivo. Es uno de los horrores más impensable. La oscuridad completa de la tumba. El sofocación lento. El tormento de saber que todavía estás vivo, que no debes estar allí, pero que no puedes escapar.
 
Figuradamente, eso es lo que pasa en la casa de Bernarda Alba después de la muerte de su marido. Bernarda les enterra viva a sus cinco hijas- y también a su madre. No pueden salir y según esta declaración de la madre, se han tapiado las ventanas y puertas con ladrillos. Casi nada de la vida o del mundo afuera puede entrar. Las ocupantes son estancadas- no progresan, no viven. Físicamente, tambien, la casa parece un cripta. Tiene muros gruesos y prevalece un “gran silencio umbroso”. También hay un contraste interesante entre blanco y negro. La habitación es “blanquísima”, pero está llena del negro del luto. La casa está blanqueado y por fuera, se muestra hermosa, pero al dentro está llena de los huesos de muertos…

Me hizo pensar en “The Fall of the House of Usher,” por Edgar Allen Poe- otro cuento de una casa en que un miembro de la familia está enterrada viva. En este caso el enterramiento es literal, pero es muy similar. El hermano enterra a su hermana (quien es enferma, pero no muerta) en una cripta. Puede oírla tratando de escapar, pero no hace nada. Eso es parecido a la madre de Bernarda Alba. Ella la pide a Bernarda que se la deje salir, pero la arrastran y encierran. Ella grita y lucha, pero la “entierran” con fuerza física.

Las hijas de Bernarda también no quieren quedarles en la casa, pero no luchan tan directamente como sus abuela. Ellas son más como la hermana en el cuento de Poe mientras la ponen en el ataúd. Las hijas no responden. No luchen más que espiar por las rendijas del portón o llevar un vestido verde. Dejen que sus madre les entierre. Pero es probable que eventualmente van a despertar, como la hermana de Usher, y tratar de escaparse- y la casa de Bernarda Alba cayerá.

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