miércoles, 27 de marzo de 2013

Sacrificio de un Detectivo

“-¿Se está usted mareando?- prenguntó.

-Estas cosas de sangre me ponen malo- dije.

-Eso depende de con quién se identifique uno –aseguró.

Pensé que lo más prudente después de aquel gratuito insulto era callarme. Pero antes de llegar al restaurante encendí otro cigarro y le quemé un poco la tapicería.”

(Papel Mojado, Juan Jose Millás, p. 139)


Este conversación ocurre despues que Manolo oye una emisora de radio describiendo (gráficamente) el sacrificio de un cerdo para una celebración ritual. El taxista se da cuenta que él se pone enfermo y se burla de él.

Lo que implica aquí es que Manolo identifica con el cerdo- atado y preparado para ser matado- más que los humanos. Manolo se ofende, pero el taxista tiene razón. Él está cazado por matones y atrapado entre el deseo de resolver el misterio y las demandas de Carolina. No se siente seguro ni en contol de su situación. Él no actua efectivamente, sino (como un animal sacrificial) es llevado por sus circunstancias.

Compara esto al detective literario más famoso: el Sherlock Holmes de Sir Arthur Conan Doyle. Con frecuencia se enfrenta a escenarios de crimenes estantosos. “‘On following him they found the dead body stretched out upon the grass beside the pool. The head had been beaten in by repreated blows…‘There is nothing more deceptive than an obvious fact,’ [Sherlock] answered, laughing.” Al oir un descripción del cadáver, él mantiene en control, calma (aun puede reírse) y empieza a trabajar para resolver el caso. Él es 100% el jefe de la situación.

El anécdota de Manolo en el taxi muestra la enorme diferencia entre él y un detective literario real. Un detectivo literario (y especialmente un detectivo “noir”) tiene que ser calmado y sereno. No puede ponerse enfermo al pensar de sangre. Tiene confianza en cualquier situación- porque casi nunca está soprendido. Eso es porque puede leer lo que está pasando tan bien que puede deducir lo que va a pasar antes que sucede.

La observación del taxista fue ofensivo a Manolo porque mostró sus deficiencias como detective. Quiere ser detective más que nada- pero no puede leer situaciones ni mantener contol ni siquiera puede soportar el pensamiento de violencia. Siempre será nada más que un mal detective literario.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Proyectando Sobre un Proyección


“Pero la misma indignación que siento, me pone en guardia: quizás atribuya a Morel un infierno que es mío”. (La Invención de Morel, Adolfo Bioy Casares, p. 87)

A veces nos molestan rasgos de los demás que nosotros tenemos también. Por todo el libro, el fugitivo critica a Morel, diciendo que el es patético en su amor no correspondido por Faustine. Aquí reconoce que lo que ha dicho sobre Morel aplica a él, también. Por un momento, admite que Faustine no va a verlo y (tal vez) que ha tratado de apegarse a Faustine en vano. Pero sigue tratando de apegarse a ella de un modo u otro.

Esta declaración por el fugitivo me hizo pensar en el teoria de “proyección psicológico” que inventó Sigmund Freud. Él dijo que si hay algo en nosotros que no nos gusta, lo negamos y lo buscamos en los demás. Dijo que es un mecanismo de defensa que usamos cuando algo es demasiado horrible o extraño para aceptar.


Generalmente, no estoy de acuerdo con lo que dice Freud, pero es cierto que nuestras experiencias y emociones influyen mucho cómo interpretamos lo que nos rodea. Es posible que en casos tan extraños que lo del fugitivo, se puede “proyectar” lo que se entiende para explicar lo que no se puede entender.

El fugitivo está en un situacion muy raro. Al principio, trata de normalizar y entender su situacion por convertirlo en un sencillo (comparada a la verdad) “triángulo de amor”- Morel ama a Faustine y ella lo rechaza, y él también ama a Faustine y ella lo ignora. Proyecta una realidad (basada en su sentimientos por Faustine) sobre los proyecciones de la isla.

Para entender a Morel, lo da los emociones que él mismo siente. En su proyección, Morel es sólo, rechazado, y desesperadamente enamorado de Faustine. Es posible que estos rasgos pueden pertenecer a Morel también, pero describen perfectamente el aislamiento y desesperación del fugitivo.

Es irónico- sólo puede explicar los proyecciónes por proyectar su propio explicación.